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Celebra la Universidad de Guanajuato 292 años de legado

  • Foto del escritor: Guadalupe Trejo
    Guadalupe Trejo
  • 1 oct 2024
  • 2 Min. de lectura

Todo comenzó con las misiones evangelizadoras jesuitas y con la visión de Doña Josefa de Busto y Moya.

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La Universidad de Guanajuato, Máxima Casa de Estudios del Estado, está celebrando 292 años de legado. 


La historia de esta institución comenzó a escribirse con la llegada de los jesuitas a la Villa de Guanajuato el primero de octubre de 1732. 


Este grupo religioso tenía la encomienda de organizar las misiones evangelizadoras en comunidades aledañas, acción que llevaron a cabo desde el Hospicio Jesuita de la Santísima Trinidad, primer antecedente en el surgimiento de “la Colmena legendaria”.


Y aunque los hospicios, en términos estrictos, cumplían una función de alojamiento, era común la enseñanza de las primeras letras. Por lo general, un profesor administraba grupos de estudio y también brindaba instrucción para exámenes universitarios y sobre materias de complejidad.


La historiadora María Guevara Sanginés explicó que en 1732 se expidió un acta en una de las reuniones del Cabildo de Guanajuato, aquí se exponía la solicitud de Doña Josefa de Busto y Moya, primera benefactora de “la Colmena”, para la fundación de un colegio jesuita.


Aunque doña Josefa no alcanzó a atestiguar la apertura del Colegio pues murió en 1742, la cédula de autorización del rey Felipe V de España llegó hasta el 20 de agosto de 1744, sí fue ella quien convenció a su hermano, el Marqués de San Clemente, a regidores y alcaldes ordinarios para invertir grandes sumas de dinero (hasta diez mil pesos de la época),  realizó donaciones propias, como la casona sobre la que está erigido el Edificio Central.


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El Colegio de la Santísima Trinidad inició con diez profesores y se impartía una formación filosófica, parecida al sistema medieval, basada en Gramática castellana y latina, Matemáticas, Música y Astronomía.


La vida de aquel Colegio duró poco; en 1767, por orden del rey Carlos III, los jesuitas fueron expulsados de todos los dominios del imperio. En Guanajuato, el Colegio fue tomado por autoridades del Ayuntamiento y los bienes fueron llevados al Puerto de Veracruz para su resguardo en España.


Varios jesuitas expulsados eran oriundos de Guanajuato, de ellos, existen famosos libros que fueron empleados en la enseñanza de la Filosofía y un trabajo de Astronomía, mismo que fue publicado por la UG en una versión paleográfica.


A partir de entonces, el Ayuntamiento administró el Colegio y, años más tarde, se hicieron cargo los clérigos filipenses. Con el logro de la Independencia, el Ayuntamiento nuevamente tomó la dirección, para cederla al gobierno estatal cuando se transformó en Colegio del Estado y, luego, en Universidad.


Las escuelas de Derecho y de Minas fueron las primeras en conformarse.  Desde el siglo XVIII hasta la actualidad, han egresado hombres y mujeres ilustres en la política y cultura nacional, por ejemplo, Lucas Alamán, Manuel Doblado y varios rectores de la Universidad Nacional Autónoma de México.


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